Acerca de la anestesia tumescente

La liposucción como técnica ha existido por casi tres décadas. Durante ese tiempo, muchas técnicas se han cambiado y mejorado. Uno de los cambios más importantes en la historia de la liposucción fue contribuido por el dermatólogo, el Dr. Jeffrey Klein en 1985. En ese momento, dio a conocer lo que se conoce comúnmente como “anestesia tumescente”.

En la anestesia tumescente, los fluidos se infiltran directamente en el área a tratar. Los líquidos están formados por una solución salina, lidocaína (un anestésico local que probablemente ha oído asociarse con los odontólogos) y epinefrina (que hace que los vasos sanguíneos se tensen). Esta solución “rellena” el área de tratamiento, lo que facilita la eliminación de grasa no deseada y minimiza la pérdida de sangre. Además, inyectando la solución directamente en el sitio de tratamiento, la técnica reduce la necesidad de anestesia general y sedantes, eliminando todos los riesgos asociados. La liposucción tumescente es, de lejos, el método más seguro de liposucción disponible en la actualidad. Sin embargo, muchos médicos todavía llevan a los pacientes a la sala de operaciones para realizar procedimientos bajo anestesia general. La mayoría de las veces, esto es simplemente porque ese médico no recibió la capacitación adecuada en la técnica tumescente y no sabe cómo hacer que el procedimiento sea cómodo para el paciente despierto. El Dr. Khorsandi fue entrenado en esta técnica por el propio inventor y lo utiliza todo tipo de liposucción, incluida la liposucción láser y WaterLipo®.

Los pacientes que eligen tener la liposucción despierta con técnica tumescente pueden esperar mucho menos dolor y malestar que con los métodos tradicionales de liposucción y mucho menos moretones y tiempo de recuperación. Esto se debe a la efectividad de la solución tumescente para reducir el dolor, el sangrado y la hinchazón. El tiempo de inactividad es generalmente menos de 24 horas.

Los resultados de cualquier tipo de liposucción se pueden mantener con una dieta adecuada y ejercicio. En algunos casos, incluso cuando los pacientes han aumentado de peso posteriormente, la grasa se distribuye de manera más uniforme.

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